POR MÍ Y POR TODOS MIS COMPAÑEROS
Si la pobreza ha regresado a Murcia o si nunca se fue es
algo que no vamos a tratar aquí. En cambio, sí vamos a mostrar cómo Juan Jódar,
director del IES. Poeta Julián Andúgar (Santomera), junto a profesores, el AMPA
y un montón de chiquillos han decido poner remedio a la falta de desayunos de
los alumnos más necesitados. Agárrese fuerte, lector, porque vamos a viajar a
un mundo cercano en tiempo presente:
Juan Jódar Caro, director del IES. Poeta Julián Andúgar.
Murcia, año 2015.
Un grupo de profesores detecta que hay alumnos (concretamente
los de 12 a 14 años, los pequeños de la ESO) que no desayunan. ¿Qué observan?
En primer lugar, siempre son los mismos chiquillos/as a
los que se les olvida el bocadillo en casa. En segundo lugar, además estos
nunca se acuerdan de traer el dinero para comprarlo en la cantina. Sin embargo, el
hambre sí tiene memoria y a media mañana
andan los alumnos pegando bocados y arrancando pequeños pedazos de pan a los
desayunos de sus compañeros.
Detectar los casos de pobreza en la actualidad es algo
muy sutil, lo detectan sus profesores, quienes vocacionalmente los observan día a día en el
recreo. Y es que tener doce años y ser pobre en pleno siglo XXI no es nada
fácil de llevar.
Seguramente, lector/a, recuerda las cartillas de
racionamiento de la postguerra para los niños en los colegios y también los
dibujos, primero en cómic (años 40) y después en televisión (años 60) del
personaje de Carpanta.
Carpanta, creado por el autor español Escobar, siempre
tenía hambre en sus historietas. Además era huérfano y vivía debajo de un
puente.
Los niños de la dictadura franquista veían en Carpanta un
reflejo de sus miserias. Pero el siglo XXI se constituye como un siglo feliz
para los niños españoles, más aún desde 1985, cuando se firmó ingresar en la
Unión Europea y hubo un abaratamiento de la leche. Desde entonces todo ha sido
de color de rosa. Los padres y madres han colmado de juguetes, caprichos y de
todo aquello, que ellos no tuvieron, a sus hijos. Han creado una visión de la
sociedad, en la que todo lo que se desee es accesible con solo pedirlo. Frente
al personaje de Carpanta (que significa, según la RAE, “hambre violenta”), en la actualidad recibimos dibujos en canales
internacionales, por ejemplo, de la
babytv, que siendo tan niños eligen lo que quieren comer.
Hablamos de “Henry tiene hambre.”, en inglés “Hungry Henry”, pero que en otros
países lo califican de “Henry <<el glotón>>”. Se define “glotón”
como “el que come con exceso, con ansia”. Y es que este pequeño personaje entra
a un restaurante y un camarero, siempre a su servicio, le ofrece el menú. En un
capítulo, por ejemplo, le muestra en la carta fruta, pero Henry quiere patatas
fritas. Aunque con intención pedagógica para enseñar a los más pequeños los
diferentes alimentos, lo cierto es que no transmiten valores, al darle la
opción de elegir lo que comer y no solo de lo que hay o se le recomienda.
Si ya de bebés ven que lo normal es poder escoger la
comida, según su capricho, al llegar a los 12 años, último año de la infancia y
donde inician su camino hacia la adolescencia,
resulta incomprensible su situación en relación al entorno. A eso se le suma,
la necesidad imperiosa de los adolescentes por destacar en el grupo social, con
marcas y el consumismo impuesto por la televisión. Por eso, no solo los alumnos
padecen la penuria. Es que tener 12 años y saberse pobre en el siglo XXI
es trágico. Prefieren callárselo y
aparentar torpeza y olvido en sus almuerzos. ¿Qué causas han provocado que haya
niños que no desayunen?
Viajamos a Murcia,
2011-2013.
“Antes de contestarte a las preguntas- nos cuenta Juan Jódar-
quiero hacerte unas consideraciones, en relación a las mismas: el deterioro de
las ayudas para libros, becas de material, transporte, es un hecho
indiscutible en la Región de Murcia en
los últimos cuatro años. La supresión del bonolibro en la enseñanza obligatoria
causa al menos en nuestro centro, aunque creo que es una situación generalizada
que un colectivo de niños de familias menos acomodadas, sirva el eufemismo, que no traigan al centro ni cuadernos, ni
bolígrafos, ni mucho menos libros de texto. De esta forma a los males que
sufren en sus casas, muchas veces acompañados de graves problemas de estructura
familiar (separaciones traumáticas, desahucios, niños como arma arrojadiza de
los conflictos entre los mayores, etc. ), se suman las faltas de ayudas.
Los recortes y la nueva política educativa tienen mucho que ver,
el bocado que ha sufrido el Estado del Bienestar en cuanto a la educación se
refiere. Es un hecho indiscutible, aunque a más de un político se le siga
llenando la boca en el sentido en que se han mantenido con nuestros esfuerzos,
que no sacrificios, los pilares del mismo.
La financiación de los centros de enseñanza han sufrido una
merma de un presupuesto, ya más que ajustado de un cuarenta por ciento desde el
año 2011.Para que te hagas una idea- continúa el director - nuestro centro con
1000 alumnos recibía en el 2010 121000
euros para gastos corrientes y programas educativos varios, hoy con un grado de
dificultad mayor consecuencia de la crisis, nuestro centro recibe escaso 76000
euros.” Por todo ello, hace más de ocho años organizaban carreras solidarias
para proyectos del Tercer Mundo, pero
este año la triste novedad es que las necesitan para libros de familias
cercanas, que viven en una situación límite, y lo que es peor, incluso para los
desayunos de los chiquillos.
Antes de seguir con la entrevista, contrastamos estos datos que observan los enseñantes con
los informes de UNICEF ( Políticas
públicas para reducir la pobreza infantil en España: análisis del impacto) en relación a nuestro país:
“Así pues, la inversión en políticas relacionadas
con la infancia en 2013, en situación de crisis y de elevados niveles de
necesidad, es menos intensa sobre la población a la cual se dirige (los niños y
las niñas) que en 2007, año previo al estallido de la crisis económica (un
12,5%)”.
Ante este
panorama, ¿qué se puede hacer? Murcia, 2015.
Tener 12 años, 13, 14 y hasta 15 años priva de aparecer
en otros informes como en el EAPN ( European Anti Poverty Nerwork). Claro, no
se tiene la edad mínima para trabajar y aún los padres/madres deben
mantenerlos, como para que aparezcan en
las estadísticas. Sin embargo, están en
ese camino en el que dicen adiós al pediatra, cambian del colegio al instituto,
reciben nuevas asignaturas, más horas de estudio, y, aunque los amigos/as van y
vienen, quieren compartir con sus compañeros las excursiones, las actividades
extraescolares y hasta asistir, sin ser obligatorio, a sus fiestas de
cumpleaños. Pero en la realidad algunos no llevan libretas, ni siquiera dinero
para el desayuno. ¿Cómo reaccionan estos
púberes?
¿Acaso, lector/a, cree que ellos no son poderosos? Eso es
porque no conoce a estos chicos/as de 2º ESO, que incluso buscan sus propios
patrocinadores, para que les paguen su participación en la carrera solidaria,
organizada por el instituto.
Exacto. Los brillantes atletas piden 0,50 céntimos por
vuelta a sus colaboradores ( profesores, amigos, familiares, etc). Cada vuelta alrededor
del pabellón mide 550 metros. Cada participante aporta su dinero recaudado,
para la recoleta general, y corre según
sus posibilidades o lo que le hayan pagado. El máximo son 12 vueltas para las chicas
y 14 para los chicos (6 km y 25 minutos aproximadamente).
Chaima Lahsini fue campeona absoluta femenina. Participaron
también alumnos/as de bachiller y ciclos formativos, pero esta alumna de 2º ESO
resultó vencedora.
Lo mismo ocurrió con Nabil Afraj, que en su ánimo por
recaudar dinero para los libros y los desayunos de sus compañeros, corrió 15 vueltas en vez de 14. Sin embargo, la carrera
se celebró el 17 de abril de 2015, y, ya hacía calor en Santomera.” Hubo que
pararlo- cuenta Juan Jódar- Nabil obtuvo
30 patrocinadores y quería cumplir con sus 30 vueltas, pero los profesores no
lo permitimos, ya era el claro ganador”.
D. Antonio Ruiz, Jefe de Estudios, y Nabil Afraj, campeón masculino de la carrera
solidaria.
Mientras los alumnos del IES Poeta Julián Andúgar volaban
por el patio, la recolecta aumentaba. 400 participaron con dorsal, más otros
100 sin dorsal, pero con la misma solidaridad, reunieron 900 euros, con los que
se administrarán para libros esenciales y vales para el desayuno.
Esos vales se
conmutan en la cantina del Centro por un bocadillo y una bebida. Un trabajador
social revisará a quiénes irán
destinados. Empezarán en septiembre. De esta forma, tener 12 años o 14 en esta
época puede ser realmente difícil, pero en el IES Poeta Julián Andúgar los
desayunos y los amigos no faltan nunca.
Autora: María Alcaraz.